Explica una historia muy antigua que un buen rey tenía como amigo y consejero a su primer ministro, era un hombre tranquilo y sabio que le ayudaba en lo que sabía y podía. Éste ministro y consejero solía utilizar la expresión "SERÁ PARA BIEN", y lo más probable era que siempre acertara, sabía cuando hablar y qué decir...
Aunque un buen día el rey, pelando una manzana, cometió un error de corte y se cortó y amputó su dedo pulgar...se lanzó a gritar y con los ojos desorbitados miró a su ministro...El ministro bastante sereno le miró y dijo -SERÁ PARA BIEN-. El rey se airó todavía más y le gritó : sólo por el aprecio que te tengo no te mando cortar la cabeza, pero te voy a encarcelar por decirme semejante tontería: ¿como será para bien si perdí mi dedo?...El ministro mientras era apresado y llevado a prisión miró al rey y dijo de nuevo: -SERÁ PARA BIEN-... El rey pensó "Vaya ministro loco que piensa que será para bien que lo meta en prisión"..
Pasado un tiempo unos enemigos del rey dominaron y conquistaron sus tierras y se apoderaron de su palacio, lo apresaron y decidieron quemarlo en sacrificio a sus dioses por haberles dejado ganar a éste rey...así organizaron un gran mástil al que ataron al rey con cuerdas y le pusieron paja en la base para quemarlo vivo...cuando uno de ellos exclamó: ¡No podemos quemarle y sacrificarlo a nuestros dioses, le falta un dedo, está incompleto, sería una ofensa para los dioses!....otro exclamó "busquemos pues, al primer ministro"..buscaron y buscaron pero nadie imaginaba que el primer ministro estaba en prisión (por castigo y orden del rey) así que no pudieron quemarlo tampoco a él.
Pasados unos meses unos aliados del rey de paises vecinos lucharon, expulsaron y vencieron a sus enemigos y ayudaron a devolver al rey su poder, su trono y sus tierras.
El rey, una vez libre y con poder otra vez, lo primero que quiso fue hablar con el primer ministro para comunicarle que tuvo razón y lo quería premiar por su sabiduría. Una vez ante él, el rey dijo: "tuvisteis razón mi buen amigo, ministro y consejero: fue para bien que me amputé el dedo (por ese motivo no me quemaron, sinó ahora estaría muerto), y fue para bien que te encarcelase (sino te habrían matado a ti), quiero darte riquezas y tesoros por haber sido tan sabio! "...el ministro le dijo: "Todo éste tiempo en la cárcel me sirvió para reflexionar y llegué a la conclusión de que ya soy un anciano y quiero dejar la vida de palacio, deseo dedicar todo el tiempo que me quede antes de morir a meditar y cultivar mi espiritualidad como ermitaño en los bosques, en contacto más íntimo con la naturaleza"...El rey miró a su ministro, y ésta vez el rey, contestó: "SERÁ PARA BIEN"!...El ministro le devolvió la mirada, sonrió y dijo: "Veo que habéis aprendido la lección querido amigo", le despidió y se alejó paseando tranquilamente hasta desaparecer por entre los árboles.
4 comentarios:
Muy buen cuento. Me trae muy buenos recuerdos. Una historia que fue traducida al Japones...
te felicito charan, esta historia me ha gustado mucho y me ha dado fe y esperanza en el futuro, pq pase lo que pase (x malo que sea) será para bien. Seguro que ayudará a más de un lector a tener confianza en sí mismo.
Un Abrazo!
No se si será para bien lo de la cabra Margarita, pero he de confesar que es cierto el dicho de "No hay mal que por bien no venga".
Tendré que esperar a ver lo que pasa.
Me encanta este cuento, pienso que todos tendriamos que tenerlo presente...
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