domingo, 7 de octubre de 2007

AVIDEZ Y VACÍO INTERIOR



La avidez es siempre el resultado de un vacío interior.

Erich Fromm


¿Qué es la avidez? La podemos definir inicialmente como ansia o deseo muy fuertes e intensos de algo, aunque si profundizamos aún más y en el sentido en que lo explicaré nos podemos referir a todo acto realizado compulsivamente, automáticamente o ansiosamente (en sentido negativo), también podemos incluir toda gama de adicciones en éste ámbito: desde la cocaína hasta la adicción a las relaciones o la adicción al sexo, o la adicción a viajar, o a comprar compulsivamente o a darse atracones de comida compulsivos, etc. Podemos observar cómo la mayoría de éstos actos tienen un componente autodestructivo: el que compra excesivamente acaba con deudas eternas, quien es adicto a la cocaína o al alcohol, por ejemplo, destruye su propio cuerpo (desde su tabique nasal a medio plazo y entre otros en el cocainómano hasta otros órganos internos en el alcohólico como el hígado, etc.). Aunque también podemos observar como el acto compulsivo, de avidez o adictivo, principalmente trata de llenar algún vacío de la persona consumidora: en muchos casos trata de relajar o aliviar o proporcionar placer a dicha persona.

¿Qué es un vacío interior? Lo podemos definir inicialmente como carencia, ausencia o falta de algo o un espacio falto de contenido, todo ello en lo que se refiere a aspectos psicológicos, podemos llamarlo “hoyos o huecos” psicológicos, algún tipo de carencia que clama por que la llenen, clama por sentirse plena. Sirva de ejemplo una persona hija de padres separados donde ambos son muy críticos y poco inclinados a elogiar a su hija de tanto en tanto, sino siempre dispuestos a juzgarla negativamente y criticarla, en lugar de hablarle sobre lo que se le da bien hacer y sobre lo mucho que la quieren, ésta persona crecerá con éste “vacío interior” a no ser que en su educación lo reciba de otros sitios o personas, es muy probable que desarrolle una baja autoestima que le perjudicará en diversos ámbitos de su vida hasta que aprenda a aumentarla por sí misma o a pedir elogios y buscarlos, o a autoelogiarse de manera sana (sin caer en un trastorno narcisista) así como a rechazar juicios negativos infundados, destructivos, irracionales de los demás. Si la persona se educó con muchos vacíos interiores necesitará una “reeducación” más plena y sana.

Retomemos ahora el ejemplo de las compras compulsivas: una mujer puede estar en casa y ponerse nerviosa por haber tenido una discusión con sus hijos o por haberse enfadado con su marido sin haber sabido resolverlo, en éste caso la mujer puede sentir sus “nervios” o su ansiedad creciente, ¿y ahora qué hago?, puede que lo único que sepa hacer para volverse a relajar de nuevo sea irse a dar un paseo y comprarse algo en la calle, éste siempre será un remedio artificial para un problema psicológico real, aunque a corto plazo y en el pasado puede que en alguna ocasión le funcionase, ahora es esclava del vicio que le domina. ¿Qué alternativas podía utilizar la mujer en cuestión? En una buena psicoterapia le enseñarían a resolver bien sus conflictos interpersonales con hijos y marido, a expresarse adecuadamente, a reclamar sus necesidades y derechos, y también a relajarse con otros métodos alternativos (técnicas diversas de relajación o cambio de pensamientos adictivos), así como un posible trabajo con su autoestima y personalidad, que puede acabar (si es una psicoterapia profunda en cambios en su personalidad duraderos, hasta el punto de liberarse de su adicción, avidez o compulsión.).
De ésta manera la avidez es el resultado de un vacío interior, y es importante descubrir cuales son mis vacíos interiores y una vez bien identificados saber qué necesito para llenarlos, qué necesito para sentirme bien, qué actividades, o cosas sanas y constructivas pueden otorgar sentido a mi vida por un buen camino.

Para más información: psicocharan@hotmail.com o mvl.615 21 82 73 Licenciado en Psicología clínica, Máster en Psicoterapia Integradora Humanista, cursando Doctorado en Universidad Autónoma de Barcelona, Psicólogo colegiado con despacho en Barcelona.

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